martes, 11 de noviembre de 2014

Vínculo

La razón por la cual todos
buscamos a Dios
es, precisamente, que es
de las causas improbables
la más justificable; paradójicamente
la menos justificada.

Este vínculo que yo establezco
hoy, aquí, contigo,
es eso: Dios.
Uno al que rezo,
al que no sabría justificar,
improbable, justo
y paradójico.

Dedico todas mis horas perdidas
a los faros intermitentes
con nombres de mujer
que abracé hasta arder en llamas,
buscando a Dios en las escamas
de este pez inadaptado
que es mi edad, que es mi locura.

Buscando a Dios pereceré
algún día, no para encontrarme con él,
más bien para entender su ausencia,
su esencia,
su no existencia
injustificable.


(18-1-2014)

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