No te escribiré los versos más bonitos,
y lo haré adrede,
para dejar un margen a que tú aún lo seas:
la más bonita.
Tú entre todas las presentes
siempre. Dejaré de ser perfecto,
para ti,
y para ti seré perfecto aún así;
en ello basaremos el descuido en que nos amamos
casi cada vez.
*Por cierto, te escribiré los versos que me dé la gana.
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